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Channel: Avelina Lésper
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LA VENGANZA DE LOS MASOQUISTAS

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 Jean-Antoine Watteau, Pierrot, 1719
 El masoquista es una víctima voluntaria, se entrega al sufrimiento porque sabe que perdura más que el placer, su gozo es persistente, le acompaña en cada herida. El sádico es efímero, su instante se volatiliza, la recurrencia no es suficiente, porque es eternamente breve. La Comedia dell’arte creó a Pulcinella, el personaje que encarna al masoquista, al ser que provoca la risa y el escarnio, que se humilla a sí mismo exhibiéndose insignificante y dentro de esa máscara burlarse del poder que lo somete, del sádico que ingenuamente cree que su desahogo puede hacer daño. El sufrimiento es fetichista, el vestuario de Pulcinella lo señala, el traje blanco, cuello con pliegues, botones grandes, zapatillas, una máscara, se viste pare el ridículo, dentro de ese traje habita un residuo de nuestra propia entrega, de la sumisión que desata la codicia del otro, la neutralidad del color le permite responder, agredir, invertir el papel, y ser el espejo degradante del sádico. En las escenas galantes de Watteau las damas tienen la compañía de un Arlequín melancólico, que canta y bromea, con su inocencia fingida y asexual es un juguete que se deja hacer, es receptor del gozo, su entrega no tiene consecuencias, encarnar al títere de nuestras bajas diversiones es parte de su juego, es el bufón que desprecia servir con lealtad. 
Giovanni Domenico Tiepolo, Pullinchenelo, 1770
 El Puncinello de Tiepolo inicia la deformación que provoca el morboso escarnio del sádico, la joroba, la máscara negra, el vestuario blanco de pantalones cortos, se viste para ser el leproso de la risa enferma, desde la infancia es educado para disfrutar de la crueldad y la vejación. Tiepolo dibujó a Puncinello para los niños, el horror se infusó en la memoria, y germinó la repulsión al personaje, a su constante provocación del dolor, escenas con flagelaciones, peleas, montoneros, libertinos asesinos en la Revolución Francesa, nos inicia en la tragedia, en la certeza de que la sumisión se trastoca en maldad. 
Giovanni Domenico Tiepolo, Pullinchenelo, 1770

Giovanni Domenico Tiepolo, Pullinchenelo, 1770
 Pagliacci, la ópera de Loncavallo, lleva el personaje a la demencia, sin distinguir entre la realidad y la ficción de su traje, asesina a su amante poseído por los celos, esa cumbre del dolor. 
Pennywise, Stephen King, 2017
 Stephen King en su novela It decreta el miedo como sufrimiento, convoca al clown que todos hemos temido, del que no comprendemos su degradación y por qué nos debemos reír con ese espejo grotesco, obligándonos a desflorar nuestro sadismo, a tener miedo de nuestra propia adicción a sufrir y dañar para perpetuar nuestro egoísmo. King se ensaña con nuestra cobarde  obsesión de no ver nuestro traje blanco, de no caminar por el escenario y asesinar lo que imaginamos. La versión cinematográfica (2017) de Muschietti viste al payaso Pennywise de Puncinello, es la recreación de este fantasma, concentra esa pervertida relación con la humillación y la crueldad, nos ofrece la catarsis y asumimos que el circo, el payaso, nos entregan la ilusión horrenda de ser verdugos mientras somos victimizados.  
Pennywise, Stephen King, 2017


ODIO AL TORO

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Las tradiciones sociales en muchas ocasiones son traiciones a la inteligencia. El toro, la obsesión por usarlo como objetivo de la crueldad de una tradición, es una conducta que une a España. En casi todas las regiones hay una forma distinta de torturarlo, y en cada una reclaman su derecho a hacerlo como parte de su identidad. ¿La crueldad es identitaria? ¿El abuso impulsa la unión comunitaria? Mientras defienden sus diferencias culturales para rescatar su identidad, como la lengua y memoria histórica, hasta la independencia que reclaman en varias regiones, en el momento de asesinar por diversión a un toro todos son iguales, llevan la misma sangre, hablan la misma lengua y saludan a una bandera: la crueldad. Los gobiernos esgrimen su obligación en la preservación de las tradiciones, como si la reiteración de un crimen lo convirtiera en tradicional, sumándose como parte de la cultura. El valor de la vida de un toro no significa nada contra la popularidad y los votos, la cordura de acabar con algo que únicamente impulsa a la violencia como diversión socialmente aceptada se rinde bajo el peso de la turba. Es una aberración la idea de que el toro existe para exhibir su sacrificio como una diversión social, ningún animal, ningún ser vivo existe para este fin, que los seres humanos matemos y torturemos a los animales por placer es una patología de nuestra especie, no una tradición. Es  vergonzoso saber que como es una “actividad cultural” reciben apoyo económico del Estado y que hasta la familia Real se fotografié en las corridas, relacionando su propia decadencia con esa costumbre.
En México crece la desaprobación de las corridas y las fiestas en las que se asesinan animales y aun así los aficionados a la crueldad esgrimen su “derecho” a divertirse con sus instintos. El gobierno que lo prohíbe encuentra a la oposición oportunista en la facción contraria que lo usa para ganar populismo. La falsa idea de que en eso hay  “arte” es una excusa insostenible, los aficionados que están lanceando, persiguiendo, torturando a un toro no lo hacen porque sean cultos, al contrario, es la mayoría lo que subsiste es una gran ignorancia humanista y una negación de los valores éticos. Los artistas que hicieron obras sobre los toros, muy pocos crearon algo digno, y Goya hace una crítica, no una apología, muestra la locura y la muerte. La Tauromaquia de Picasso más que arte es una manifestación folclórica de una resolución elemental, un cliché que se convirtió en un canon turístico, cuando dibuja y pinta al toro sin la fiesta es una obra mucho más compleja y con osadía cubista, o sus Minotaurosque alcanzan la belleza del mito.
El espectáculo es tan inhumano que el público está esperando la muerte del toro o la de un hombre, van a eso, en los encierros, en las corridas, todas las “fiestas” se tratan de ver morir a alguien. La tradición cultural es la cobardía que tenemos ante nuestras propias patologías, porque creemos que lo peor representa lo más “autentico” de nosotros. La diferencia es que el humano que muere en una fiesta folclórica fue al encuentro de la barbarie, la provocó y la practicó, la consecuencia es parte de su deshumanización, de su nula conciencia del respeto a la vida. El toro fue llevado a un sacrificio al que es obligado en completa desventaja. 

MAYAS: RITO, EROTISMO Y BELLEZA

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ESCULTURA DE ADOLESCENTE,MAYA 600, 900 ae
La belleza es una idealización de la realidad y de las razones de esta realidad. Los mitos idealizaron la ficción de nuestro origen. La ciencia continúa investigando en una explicación que es insuficiente, que se contradice y evoluciona, mientras los mitos son permanentes, y nos reflejan en la superioridad que da un valor metafísico a nuestra existencia. La cultura maya fusionó a la naturaleza y las deidades, la idealización que plasmaron en el arte y en sus rituales era parte de la relación cotidiana con la realidad. La belleza era consecuencia de sus creencias, la ritualización de su presencia impuso una teocracia artística, el gobierno estético estaba en la interpretación de la raza y el cosmos. En la exposición Mayas el lenguaje de la belleza, miradas cruzadas del Museo de Antropología demuestra con un análisis profundo que la creación artística habitó en todos los aspectos de esta cultura.
El erotismo sublima la sexualidad, la desprende de su función reproductiva, idealiza el origen más profundo, y sin embargo lo niega, hace del placer la manifestación de nuestra fuga, del desprendimiento inhumano. La ritualidad es la esencia del erotismo, el proceso artificial, iniciático, convocado, fetichista, que propicia a la unión. La Escultura de Adolescente, (600 a 900 a. e) destierra la naturaleza del cuerpo, es sacro y es erótico, el joven chamán exhala un gemido, los labios entreabiertos lanzan esa voz gutural del instante. La piedra caliza blanca y pulida del cuerpo fuerte, es el dios que protege al acto amatorio, al placer, su enorme falo le rodea el cuello, atado en un nudo que apresa y libera, alimentado por sus genitales grandes que lanza al frente. La escultura del joven dios está en movimiento, da unos pasos, nos reta para seducirnos con su poder, es la deidad que nos consagra en semidioses.

La oración es murmullo, la plegaria es entrega, incita el sacrificio del cuerpo que busca su meta-física, su otro físico que lo lleva al límite, que se materializa como dios-dador insatisfecho, que lo saca, lo expulsa de su naturaleza. La promesa de ese falo que ahorca es la tragedia del sacrificio, de esa unión que desune, que nos desprende y que insaciable nos llevará a la demencia. El ritual se une al Tantra Yoga, a la experiencia supra humana de la unión, los cuerpos son el Universo y la entrega es la energía que da sentido al movimiento y la vida de un tiempo infinito. El Lingam de Shiva es fuerza que contiene el cosmos, la danza eterna de Shiva es la armonía entre la creación y la destrucción. La sexualidad no es un delito que se castiga con la expulsión del Paraíso, ni mancilla al cuerpo, como lo sentenciaron las religiones monoteístas. En el cuerpo que se entrega a los dioses las entrañas son místicas, la sangre es sobrenatural, la sexualidad deifica, habla con un lenguaje irrepetible, de palabras sensoriales. La insatisfacción es la fe que nos exige la repetición y lealtad a ese rito efímero de la doble muerte.  

EL AZAR

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El azar es la búsqueda de lo improbable, pedimos, deseamos, esperamos sin saber y sin embargo lo hacemos porque creemos que merecemos obtener lo que flota en la arbitrariedad del destino. La excitación del azar está en que ganar es más de lo imaginado, desde el inicio el miedo acompaña a la incursión, insistiremos hasta conseguir eso que no tenemos. El jugador rechaza los designios del destino, él cree que los dioses se han equivocado y que aciertan cuando él gana, los contradice con cada apuesta, les demuestra que está ahí lanzando los dados y que caerán en el sitio correcto porque su fuerza es más potente que la realidad.  ¡Lotería! Un Mundo de Imágenes es el libro del Arquitecto José Enrique Ortiz Lanz que desarrolla una investigación sobre la iconografía del juego de la lotería y la historia de cómo la suerte lo trajo de Europa a nuestro país.
 La magia es la guardiana cómplice del azar, lo protege en su oscuro viaje, las imágenes son un tarot sin revelaciones, símbolos alquímicos que nuestra incredulidad por el presente llevó hasta el imaginario y falso juego de cambiar nuestra circunstancia. El sol, la luna, el colgado, un hombre, una mujer, simbolizan a la fortuna o la desgracia, la lotería, a diferencia de un tarot, tiene la trampa de la suerte que puede alterarse o convocarse. Sueños, números, figuras, predicciones, el paganismo temerario, desobedece a la fatalidad, jugar es buscar la profecía y convocar a las coincidencias. 
 La investigación de Ortiz Lanz llega hasta las loterías contemporáneas, que pierden la esencia arcana y divagan en el oportunismo sin misterio de las “cuestiones de género”. La lotería es una representación de nuestro sensible miedo al futuro, de nuestra obsesión de adelantarnos y cambiar lo que no conocemos, para prevenir sufrimientos, para conseguir recompensas inalcanzables. La realidad es incomprensible, estamos en el presente reaccionando, en un juego como la lotería las figuras conducen a una solución o fortuna que se escabulle, lo que ese juego dé a nuestro favor, es una afirmación, de que el porvenir puede cambiar. La contradictoria curiosidad humana busca protección y riesgo, apostamos y en la orilla del abismo deseamos el instante providencial que evitará la caída y nos dejará el regalo anhelado. 
 En este juego de figuras están presentes los pocos elementos que habitan nuestra realidad, y a través de ellos habla el oráculo que cambiará la dolorosa o insuficiente vida que tenemos, de esa vaguedad estamos seguros. A ganar, apuesta hasta el que en apariencia todo lo tiene, compite en el infinito azar con el que sobrevive a su miseria, la suerte, siempre injusta, siembra perdedores que reiniciarán en su esperanza. Dice Horacio “Dios, en su prudencia, recubre el futuro de espesa noche, y se ríe del mortal que lleva su inquietud más allá de lo debido”, esa es nuestra condición de ciegos mortales,  jugar, creer y buscar sin escuchar la risa de los dioses. 



CENSURA O ÉTICA

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Huang Yong Ping's “Theater of the World” (1993) Realizada con insectos y reptiles vivos, encerrados sin alimento para que se devoren entre ellos mismos. 
Perros incitados para pelear, que se persiguen con violencia, animales encerrados en una caja para que se devoren unos a otros, cerdos vivos que son tatuados abusando de su cuerpo. Son las obras que retiraron de la exposición sobre arte chino posterior a los años 80’s en el Museo Guggenheim de Nueva York. La decisión no fue voluntaria,  fue consecuencia de más de 500 mil firmas de protesta por el alarde de crueldad en contra de los animales y por promoverlo como forma de arte. Los artistas VIP insisten en que los animales no merecen el respeto a sus derechos, ni a la integridad de no ser utilizados para la diversión y exacerbación de las patologías que hoy llaman obras de arte. La constante presencia ominosa de estas obras denuncia la falta de ética en el arte VIP, (video, instalación, performance) y la impunidad teórica e institucional con la que operan. Cómo es posible que estas supuestas obras de arte, porque no son arte, hayan llegado hasta la exhibición, significa que pasaron todos los filtros, desde el consejo del museo hasta el de los patrocinadores, que nadie tuvo la decencia y el valor de denunciar que eso no era arte, que era un delito y oponerse a su exhibición.
Los artistas VIP, como siempre, encabezados por ese publicista ególatra Ai Wei Wei, clamaron que era censura, lloraron, protestaron y alegaron que el arte tiene permiso para delinquir, violar las leyes y que estaba por encima de la ética. De ninguna manera el arte es una actividad que tenga permiso de destruir nuestros valores éticos, eso lo pone al nivel del narcotráfico, y de las actividades más deleznables que tienen a nuestra sociedad hundida en el oprobio moral. El reclamo de censura por parte de los artistas VIP  hace más vergonzosa esta situación, que esgriman su derecho a ejercer la violencia y la crueldad encubriéndose en ese degradado concepto de “libertad de expresión” los equipara a los racistas y supremacistas blancos que afirman que sus manifestaciones deben ser protegidas por la “libertad de expresión”.

Si el arte puede hacer eso, entonces ¿en dónde quedan la delincuencia y todos los delitos que si persigue la ley? ¿Hasta dónde pueden llegar si en un museo están permitidas y promovidas la violencia y la crueldad? La ética está violada y el aspecto estético también es obsceno, sabemos que el arte VIP le adjudica teorías a absolutamente cualquier cosa y la convierte en arte, estas obras no demuestran ninguna aportación estética. No existe un argumento social o estético que soporte la presencia de estas obras y su cobardía, porque eso mismo lo podrían hacerse los artistas, es decir: si quieren perros peleando que los artistas se peleen, se muerdan y lo graben en un video; si quieren tatuar animales que se tatúen todo el cuerpo, y se metan en jaulas y se devoren entre ellos. El resultado de esas obras tampoco sería arte, pero no estarían abusando de un ser  vivo inocente y sufrirían lo que los animales padecieron.  

AUSENCIA

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 La ausencia es algo más que el vacío. En el vacío hay una plenitud de equilibrio, un espacio necesario, colmado de lo que no existe. La ausencia deja un hueco que denuncia la falta, la fustiga delimitando sus contornos. El vacío es una conquista, la ausencia es derrota, es el rechazo al tiempo y el espacio. La silla de Van Gogh, esa pintura tan vista y recurrida, es un autorretrato y es ausencia, el pintor que se niega y se describe abandonando a su propio ser, despidiéndose de quién es dejando el despojo del mueble que lo resguardaba con reposo y pertenencia. Pinta a la silla manifestando su inutilidad, él que ya no es, no necesita habitar un lugar, darle tiempo, el presente es lo único que tenemos, “Si todo el tiempo es eternamente presente, todo el tiempo es irredimible”, canta T. S. Elliot. El silencio del vacío es paz que reverbera en su consagración, el silencio de la ausencia es castigo, es la falta de lo esperado, saturado por la privación y el hambre. 
 En el Acantilado de Etretat de Gustave Courbet, la arrogante roca contempla la indefensión de la barca en la playa, su cuenca que valiente dió destino a su  pasajero yace ahí, sola, recordando que finalizó su historia, cumplió y ya no es necesaria, se queda desposeída, esperando el regreso, ser otra vez compañera protectora, ignora que el pasajero eso es, alguien que ha pasado sin mirar lo que deja. Courbet, sensual habitante del paisaje, que ama y provoca en voluptuosas composiciones, en esta obra pinta el desafecto, podemos pensar en un viaje largo, inconcluso sin motivo, porque viajamos para estar en perpetuo trayecto, abandonar la nave es renunciar a esa aventura de dar la vida al presente “el fin precede al principio” me recuerda T.S. Elliot. La realidad se transcribe en el arte, la obra interpreta lo que nos hostiga ingobernable, en la pintura, en la poesía se manifiesta y adquiera la profundidad del reposo que nos permite pensar. La obra es asimilación, el abismo de la ausencia se dimensiona. Los momentos dejan de ser densa privación, y permiten la contemplación, abrir  la mirada al espejo que no responde con  el rostro, y habla con la evocación simbólica, la vida es una experiencia condensada en claves y misterios.  
Llevar y guiar mientras se es guiado, el cuerpo son dos seres tan unidos que los sentimientos evitan los verbos, y nacen impregnados en la estancia del presente, el Caballo Blanco de Velázquez, levanta las patas delanteras, su cuerpo fuerte, hermoso, carga la ausencia de su jinete. La pareja cómplice, que se sabían en su fuerza y entrega, está fragmentada, la silla y las bridas son docilidad amatoria que ofrece su poder al que monta, lo hace más que humano, lo eleva en arma, guerra, aventura o baile. Desorientado, sin camino, para él no hay a dónde ir cuando va solo. Vaticina el sabio poeta “En el comienzo está mi fin”, el jinete desciende, dejando su sudor en la silla, el reflejo de la presión de sus piernas, es el final, el caballo  se alza orgulloso, doliente, mutilado.  

MARGINALIDAD PRIVILEGIADA

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Ai Weiwei  posed as Alan Kurdi, the drowned Syrian refugee toddler
 Las incongruencias de discurso en el arte contemporáneo VIP son un vicio demagógico. El activismo social y político de los artistas se ha implantado como un canon curatorial, las exposiciones y las obras sustentan su presencia en una agenda que incluye temas de género, sexismo, lucha de clases, racismo y todos los sinónimos de marginalidad. El racismo siempre ha existido en el arte, eso lo saben las mujeres artistas desde el inicio de la Historia, el rechazo y exhibición de esta injusticia no lo han hecho las activistas feministas, al contrario, ellas como cualquier político oportunista han generado una forma de vida de los asuntos de género, que a través del chantaje obtiene  becas y privilegios; la verdadera pelea está en las artistas talentosas con obras poderosas que demuestran con trabajo, no con panfletos, que son mejores que muchos hombres que están cotizados en los museos y en el mercado. 
Homeless installation by Willie Baronet 
 Los artistas y curadores activistas han publicado libros, manifiestos, realizado simposios y mediáticas protestas para denunciar su exclusión, porque dicen que sus obras no encuentran suficiente apoyo institucional ni del mercado y en realidad dominan el panorama artístico. La flagrante contradicción es que los abusos éticos, el desprecio ominoso por la civilidad y la nula valoración del trabajo artístico son parte de las obras con agenda activista. Los activistas artísticos manipulan a la perfección el discurso como una confrontación maniqueísta, basta con pertenecer a determinada clasificación de marginalidad para que la obra esté blindada ante la crítica artística, su bandera la hace infalible, es un arte de facciones, de los que están a favor o en contra. El activismo subsiste en prácticamente cualquier obra VIP, y es muy fácil saber por qué, es una trampa que les permite llevar hasta lo más degradante a la sala de exposiciones, con la excusa de la denuncia hemos visto vagabundos y refugiados en las galerías, animales abusados, violencia gratuita, símbolos racistas, pornografía y pederastia, el arte convertido en un circo de lo abyecto con la protección de la facción político-social. 
Artists from activist group Liberte Tate performance in Tate Britain 2017
Los artistas y curadores activistas se posicionan en verdugos privilegiados, literalmente al margen de los valores éticos más esenciales para llevar a la sala su prepotencia como forma de arte. Si el arte utiliza el mismo lenguaje y recursos del delincuente para denunciar un delito, entonces está delinquiendo. La virtud del arte radica en poseer su propio lenguaje para demostrar y recrear, manteniendo un equilibrio estético entre forma y significado. El arte VIP ha retorcerlo los fines del arte para convertirlo en un tribunal maniqueo y oportunista, que reduce la realidad en inocentes y culpables. El veredicto se decide en favor de lo que conviene a su imagen y proyección mercantilista. Los patrocinadores, el mercado del arte y las instituciones asociadas al activismo del arte VIP ven una forma efectista para lavar su imagen. Deshumanizaron al arte para politizarlo, reducirlo a la inmediatez de la mediática, un producto de desecho, sin trascendencia revolucionaria.   

MAZ MENOS QUE BASURA

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Diego Gutiérrez, Sin Título 
Sala del  MAZ
 La terapia ocupacional, la hipocondría creativa que miente, manipulando los síntomas como un disfraz que encubre la verdadera patología: la deficiencia artística. La salud y sus metáforas es la única exposición en las salas del Museo de Arte de Zapopan MAZ y está curada por Alan Sierra. Nunca el término “curador” habría descrito tanto, porque el “curador” forma parte de los gérmenes y bacterias de la enfermedad de esta selección de objetos y videos, que deberían ser señalizados por un cerco sanitario. El concepto de la exposición “es una postura crítica al dominio de la medicina”, con este antecedente, las salas parecen la unidad de cuidados intensivos de un hospital de charlatanes. 
La imitación de la piel de un animal hecha con “tiras adhesivas sanitarias”, la fotografía de unas manos con las uñas pintadas con té matcha, videos con imágenes mal armadas y haciendo exacerbación del ridículo o el morbo, un tapete de lana, telas anaranjadas, exprimidores para fruta, fotos de performances para la sanación, un dedo de porcelana… un cúmulo de objetos que en su torpeza y literalidad pretenden ser “metáforas”.  Las obras afirman en sus cédulas estar sostenidas en investigaciones, abordan desde el stress hasta las curas estrafalarias. La evidencia científica, lo que vemos en esta selección de elementalidades pretenciosas, es que no alcanzan a ser ni una aportación estética ni una tesis médica o social, son un diagnóstico de las limitaciones de cada artista. Las obras son insensibles y superficiales, de artistas que carecen de cuerpo, que ignoran la diferencia entre la salud y el padecimiento, que nunca han estado enfermos o vivido la enfermedad de un ser querido. El concepto curatorial y su cobarde crítica a la medicina no toca a la industria farmacéutica y su criminal política de precios que encamina la investigación a sus intereses, encareciendo falsamente los medicamentos.

La complejidad de estos objetos está al nivel de las telenovelas con los hospitales de cartón, los enfermos maquillados con ojeras, mientras los artistas y su “curador” discuten las decisiones del “doctor”, temblando de agobio cuando va a operar a la heroína. Abordan grandes temas y los contagian de su simpleza y de su infantilismo, los convierten en un placebo, en un tónico curatodo, con descripciones teóricas que demuestran la prognosis de un estilo artístico que no puede detener su agonía. El MAZ es un recinto en grave deterioro y abandono intelectual, la experiencia científica de ver esta exposición en este ambiente decrépito, es una radiografía interna del estado comatoso del arte VIP, oxigenado con la respiración artificial de las instituciones, las transfusiones de dinero oficial, alimentado con sondas que suministran becas y marketing teórico. El día que le retiren la vida artificial que le cuesta al contribuyente y tima a los coleccionistas, morirá un estilo que nunca alcanzó la salud de la verdadera creación artística.   
Ramiro Ávila, Uñas pintadas con té matcha
Sala del MAZ
Shana Moulton,, Video
Franz Erhard Walther, Instalación
Daniel Steegmann, Instalación

LOS AFECTOS DEL CURADOR

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MIGUEL TRILLO, POP PURRI, LA NUEVA OLA MADRILEÑA EN VIVO 
 La memorabilia acumula objetos que valora porque contienen recuerdos, en nuestra obsesión animista creemos que eso tiene la capacidad de retener el tempo. La exposición  Pongamos que hablo de Madrid, en el InstitutoCabañas de Guadalajara, Jalisco, curada por Fernando Castro, habla de la nostalgia del curador por obras que representan una época, algunas son de tan evidente mediocridad que la única explicación de su presencia es que los afectos no saben de razones. El acervo pertenece al Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, se nota que ejerce el criterio “historiográfico y didáctico” de formar acervo con obras que supuestamente son representativas de un movimiento o época artística, sin que su presencia estética amerite su inclusión. 
CHEMA COBO, CARTEL PARA LOS CARNAVALES

Las obras fueron realizadas durante los años posteriores a la dictadura de Franco, la revolución que representan en el color y estilo, que se mencionan en los textos, es frívola, temerosa, con una neofiguración de lenguaje y color guiados por la publicidad. Pinturas de factura y lenguaje muy menores, malas imitaciones de Balthus y el feísmo facilismo; obra gráfica superficial y comercial, con nivel de ilustración de “revista de  verano”; fotografías anodinas. Memorabilia de los patéticos años ochenta, la época más cutre de la cultura, un énfasis en la movida madrileña que institucionalizó una rebeldía que se quedó en pose y berrinche. La curaduría se limitó a un cartel de Almodóvar y dejó en el armario la riqueza de la irrupción homosexual en el arte y la cultura. 
CEESEPE, CIBELES Y NEPTUNO 
Representar el quehacer artístico de una ciudad con estas obras, nos dice poco de Madrid y mucho de los afectos del curador, que se desahogan en cédulas con textos larguísimos, informativos, político partidistas, justificando una selección que no soporta la dimensión de las salas. Nos anuncian en el slogan de la Feria del Libro que Madrid es “la ciudad de la luz” y la exposición es gris, no hay una obra que retenga nuestra atención y nos acerque a la riqueza artística que las cédulas afirman. En el Madrid de Fernando Castro hay muy pocas mujeres artistas, representadas con algunas obras, la recién estrenada libertad que gozaron sin el franquismo no está, hay evasión, desinterés, o no involucración. 
CARTEL ALMODOVAR DE PABLO PÉREZ MINGUEZ
La exposición con sus textos tan políticos contrasta con obras que no reflejan el acontecer, y no porque debieran ser panfletarias, sino porque no hay la fuerza que la sociedad adquirió en el post franquismo, pareciera que no lo vivieron o que no participaron por una auto marginación o autocensura. En las obras no percibimos la gente, los inmigrantes, las distintas tribus urbanas, la transformación histórica, la ciudad en su presencia física, como conglomerado arquitectónico o social no existe. El recorrido es una guía por la parcial experiencia del curador hacia su urbe, y eso es lo que deja al público, un Madrid pequeño, de artistas que no se toman el riesgo de ir más allá de la obra comercial o cómodamente transgresora, una ciudad sin carisma, tristemente irrelevante. 
EQUIPO CRÓNICA, PELEA, SERIGRAFIA

CARLOS FRANCO, LA PRIMERA CENA

EDUARDO URCULO, UN LUGAR INEVITABLE 

CARLOS FRANCO, CARTEL PARA LAS FIESTAS DE CARNAVALES
EDUARDO URCULO, UN LUGAR INEVITABLE 

¿LEONARDO DA VINCI?

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50 millones de comisión y un precio de 450 millones de dólares en subasta, autentifican lo que sea, hasta el fraude del Salvator Mundi atribuido a Leonardo da Vinci. Vendida con un gigantesco aparato mediático y de marketing, el masterpiece es la promoción que hizo la casa de subastas Christie’s para captar a compradores pretenciosos y multimillonarios que pujaran por esta  pintura. Imitando los lanzamientos de música pop, la pintura se fue de gira, con lista de visitas privadas con los ricos y famosos del planeta. Hasta máscaras con la pintura vendieron, enfatizando que se trataba de eso, una mascarada, un disfraz que montaron en una pintura que contradice los principios de la obra de da Vinci.
La posición del modelo es impensable en una obra de Leonardo, en su tratado sobre pintura claramente afirma que un cuerpo nunca debe estar de frente, y que debe mostrar un movimiento natural, girado, en ninguna de sus obras hay un cuerpo en esa posición, que él llamaba de “cadáver”. La atmósfera es plana, sin paisajes como podemos ver en la Virgen de las Rocas o la Gioconda. La superficie está raspada para dar la impresión del esfumato y acentuar la antigüedad de la obra.  El mundo que está representado por una esfera de cristal carece de distorsión, es un simple círculo, sin volumen, imposible en un artista que era científico y gran observador. El cabello y la mano no tienen el detalle que vemos en la Virgen de las Rocas y las otras obras del artista. Vasari en su libro sobre la vida de los artistas no menciona esta obra.
La especulación económica y la posibilidad de adquirir una pieza de Leonardo como trofeo que demuestre el poder y riqueza del dueño son las verdaderas razones detrás de esta venta. La complicidad de las revistas de arte que hicieron seguimiento a la subasta, sus columnistas alabando la pieza y repitiendo que era auténtica se sumaron al fraude. La pintura a simple vista no tiene el magnetismo de las originales porque carece de la genialidad que las creó, que alguien esté seducido por ella al grado de pagar esa fortuna es porque se dejó seducir por la visión de sí mismo pagando y apareciendo en todos los noticieros. El comprador aunque permanezca anónimo o público (han dicho que fue un príncipe árabe saudí) lo que tiene es un cheque al portador, al revender esa pieza el precio ya está fijado, es irrelevante si la cuelga en su baño o en un museo, la campaña lo que hizo muy bien fue darle una cotización validada a la vista de todo el planeta.

En eso radica la venta de algo así, que el escándalo mediático hace que la obra se convierta en una inversión injustificada, no hay una propiedad que sostenga el precio, es la aceptación de que esa pintura ahora lo vale y que se puede revender más cara. Podemos esperar que aparezcan más leonardos y otras obras antiguas, basta con sobornar a un “experto” para que las autentifique, con la suerte de que no aparecerá el fantasma de los artistas a reclamar que eso no es de su autoría. Vendida en una subasta de arte contemporáneo, sabían qué clase de comprador buscaban: alguien que use al arte como instrumento financiero y campaña de relaciones públicas. 

THE SQUARE

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 La burguesía se aburre: las drogas, las redes sociales, los viajes, el sexo, no son suficientes, quieren más, algo que los excite unos instantes. El arte contemporáneo VIP es una de las diversiones de moda, patrocinarlo, mirarlo unos segundos y esperar a que otro artista VIP “transgresor con preocupaciones socio-filosóficas” aparezca y los entretenga. El patronato de un museo de arte contemporáneo dona 50 millones de euros para la adquisición de una obra VIP: unos trabajadores cincelan un cuadrado sobre la explanada del museo, obra de la “socióloga y artista Lola Arias”, personaje que cumple todos los requisitos VIP es mujer, latina y con causa social, además es una referencia a la grieta de Doris Salcedo en la Sala de Turbinas de la Tate. Al hacer la obra destrozan una escultura en bronce de un rey sobre un caballo, metáfora del arte que desechan para dar sitio al “espacio seguro” que significa esta obra. La película The Squaredirigida por Ruben Östlund es una comedia, las estupideces de sus personajes desatan la acción, sucede en el marco de un museo de arte contemporáneo como podría ser en un hotel de lujo, es el “espacio seguro” para mostrar la estulticia de la realidad. 
 Montículos de arena en la sala de exhibición y la declaración de principios: puesto dentro del museo es arte. La teoría no es suficiente. para que ese prodigio suceda contratan a un equipo de marketing y relaciones públicas, que les da lo mismo si es un cuadrado o una sartén, el objetivo de su campaña es crear controversia para que el “donativo” de los sponsors sea famoso, les dé una noche de diversión y visibilidad social en una cena con un performance simiesco sobreactuado. La excentricidad se cansa consigo misma, necesita arte al nivel de su desidia intelectual, algo que no les provoque conflicto, bufones que además limpian la incomodidad del despilfarro y le dan “sentido artístico-social”. 
El ridículo es que el arte VIP es ultra solemne, lo que vemos en una comedia plagada de absurdos no es ficción, es la realidad cotidiana dentro de los museos y las escuelas de arte, ahí si se creen sus personajes y nos explican sus chistes, los coleccionistas compiten por comprar la obra más estulta, los galeristas se enfurecen con la gente haciendo selfies con las obras VIP, los artistas posan su rebeldía, los académicos y curadores se tragan los diccionarios de sinónimos y antónimos para escribir sus textos. En la película los personajes son idiotas declarados, y en la vida real estas mismas personas son consideradas la cúspide de la cultura del establishment y les dan todos los premios. La risa no la provoca la trama, estamos contemplando a la frivolidad dominando la escena artística para entretenerse, pagando una burocracia impostada en sus clichés. Los bufones del siglo XVIII costaban más baratos a los reyes y daban mejores servicios que los artistas VIP y su parasita burocracia. Reserven un palco para aplaudir el nuevo entretenimiento: quemar los museos de arte VIP. 

ARTISTA Y PRESIDENTE

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 El racismo, la segregación, la violencia física y verbal, la abierta misoginia y la mentira sistemática son formas de arte. MAGA es una asociación de artistas VIP creada por el artista VIP suizo  Christoph Büchel, lanzaron la iniciativa online para denominar arte conceptual a los 8 prototipos arquitectónicos del muro que Trump quiere construir para proteger su frontera, estas piezas se encuentran en San Diego. Büchel dice que los americanos al elegir a Trump como presidente lo convirtieron en artista, permitieron que sus obsesiones adquirieran forma de un statement artístico, y que esos prototipos son una obra de arte colectiva. 
Es un genio, hay que reconocer la inteligencia preclara de Büchel, tiene toda la razón, por supuesto que Trump es un artista conceptual VIP, y que cada uno de sus twitters tiene el nivel creativo de miles de poetas VIP que escriben en esa plataforma. Es momento de decir al mundo que el nuevo Duchamp ha reencarnado en su líder pelirojo para salvar a los artistas VIP que se sienten acosados e incomprendidos. Nótese que la petición es por la denominación de arte, no de testimonio histórico, que es muy diferente, un testimonio es una lección critica, llamarlo arte implica una comunión ideológica. Los muros, para Büchel, son un readymade y una expresión de “Land art” al estilo de Donald Judd. El artista y presidente VIP opera exactamente como el arte VIP, sus “verdades y obras” son por decreto aunque los hechos sean completamente diferentes, no es necesario que “hagan” basta que cumplan con sus dogmas. Los dos esgrimen ideas racistas, violentas, atropellan los valores éticos y se justifican con buenas intenciones, cualquier crítica es censura, persecución y ataque a su libertad de expresión. Décadas clamando que hasta el asesinato puede ser una forma de arte, André Breton fue el primero,  y por fin llega un presiente respaldado por la gente que exige su derecho a linchar latinos y negros. Los artistas y su presidente VIP defienden que sus obras y actos son muy inteligentes y se demuestran como elementalidades  sobredimensionadas.
Siguiendo las ideas de los conceptuales VIP, los muros son arte participativo, que continuará en cada aportación de los ingenieros, políticos,  policías fronterizos, que serán designados como artistas. Les darán múltiples significados, nuevas lecturas según el curador que le asignen, y su “presencia crecerá en una fuerza colectiva”. Se invitará a que el público viva la experiencia y “se una a la participación compartiendo las ideas y propuestas afines” a los muros y la segregación integrando un análisis  “performativo”.  Admiran estos prototipos de muro porque así están amurallados y blindados sus museos para que no los traspasen los verdaderos artistas, su búsqueda artística está cimentada en la segregación, han establecido un racismo creativo idéntico al de su líder. Los artistas VIP están muy orgullosos de que un colega suyo haya alcanzado la cima, un propagandista de los principios VIP  que está transformando al mundo. La peligrosa zafiedad al poder. 

MUSEOS DE DINERO

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Museo Louvre  en Abu Dhabi 
 La pintura fraudulentamente atribuida a Leonardo Da Vinci y subastada en 450 millones de dólares será donada por su comprador, un príncipe saudí,  al Museo Louvre de Abu Dhabi, con esta pieza ahora ya existe el museo y no porque sea una gran obra, no lo es, de hecho no es auténtica, es porque van a colgar 450 millones en la pared. Los nuevos museos se han convertido es un alarde económico, han abandonado su misión de generar y resguardar el conocimiento, concesionan su nombre o marca, son escaparates de la riqueza económica y la ostentación. La arquitectura estrambótica, como el de Louvre de Abu Dhabi, derrocha un lujo que no es lo primordial en un museo, que debe ser funcional y seguro. 
Museo Louvre  en Abu Dhabi 
 El precio de los museos es parte de la campaña, cada museo reciente posiciona a ese país como rico y poderoso, es el caso más que obvio de los museos en Dubai y Abu Dhabi que se presumen como si fueran hoteles de lujo o atracciones de Las Vegas. Los podrían rellenar con cajas de cerillos, que no dudo que un artista VIP lo haga un día, lo importante es que ese edificio inmenso y estrafalario sea un espacio para que algo costoso esté adentro y sea un símbolo de la capacidad adquisitiva. Los arquitectos lo saben y diseñan edificios que parecen naves espaciales o escenografías de películas de Spielberg, los supuestos concursos de construcción los gana la propuesta más delirante, con espacios muertos, materiales ultra costosos, mantenimiento difícil  y carísimo, acceso imposible, lo de menos es el público, están pensados para la fotografía en la revista de arte y en los periódicos, para declarar a nivel planetario que invirtieron una fortuna, para el lucimiento de patrocinadores y gobernantes en la fiesta de inauguración. El público va a estos museos a ver dinero colgado en las paredes, derrochado en la construcción, son parques temáticos del lujo, como los centros comerciales, son millas doradas inaccesibles y el público se comporta igual, hacen window shopping, ven obras por lo que costaron. El acervo de esos museos está pensado en base a su precio, las obras son las sumas que alcanzaron en subasta, esa es la temática, la misión y la vocación del estos museos, son bóvedas para exhibir inversiones rápidas, de adquisiciones en subastas mediáticas, ser el escaparate de la especulación del arte. 
Abu Dhabi Performing Arts Centre by Zaha Hadid.
Los primeros museos modernos provienen de la Revolución Francesa, se hicieron con el objetivo de formar un acervo social de esa riqueza individual, la de los reyes en ese caso, ahora esa misión ha perdido ese sentido porque la apreciación del arte está trastocada en valor económico, exponerlo al público no es una búsqueda social, es una campaña de publicidad. El mecenazgo está desvirtuado, los compradores son los nuevos apostadores en el casino de las subastas, no es una vocación dirigida a coleccionar cierto tipo de obras. Es el nuevo capitalismo, la dictadura del dinero, un poder supremo que carece de valores y de escrúpulos.  

ALIENACIÒN ARTÌSTICA

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 El museo contemporáneo es el refugio sectario para exhibiciones de banalidades politizadas, el proselitismo y las profecías oportunistas. El MUAC, Museo Universitario de Arte Contemporáneo, recinto  supuestamente autónomo, es utilizado como tribuna del fanatismo ideológico al que se someten los artistas VIP. La exposición del colectivo Chto Delat, nos dicen que “propaga modelos de auto-educación activista que reconectan la acción política, el pensamiento comprometido y la innovación artística”,  es un himno a la alienación descarada sin valor estético. El arte contemporáneo VIP tiene entre sus fundamentos el ataque al Movimiento Muralista por sus implicaciones sociales y ahora empapelan las paredes de los museos con recortes de periódicos, fotografías fuera de foco, artesanía revolucionaria, una muestra que no ofrece una sola manifestación de “innovación artística” porque desde hace décadas hacer videos de mala calidad y montar performances con nivel de escuela secundaria ha sido disfraz de la manipulación ideológica. ¿Qué sigue después de esto, exposiciones para que los Testigos de Jehovah recluten prosélitos? Si los museos universitarios van a dedicarse abiertamente a divulgar propaganda tendrían que ser imparciales y abrir el espacio a los partidos políticos, las asociaciones religiosas, Provida y las sectas. Los artistas VIP, curadores y académicos engrosan la masa alienada y ese sojuzgamiento se denomina como “arte” para captar adeptos, es tan burdo que nada más les falta, como los partidos políticos en campaña, repartir gorras, regalos y folletos. 
 Las secciones de la exposición están acompañadas de cédulas al estilo de hojas parroquiales con discursos académico-panfletarios, las obras “zapatistas” son artesanía revolucionaria de factura comercial al nivel de suvenires para turistas de los que venden en los aeropuertos, evidentes imposturas intelectuales dedicadas a una asimilación ideológica carente de proyecto artístico. Las obras de David, el arte religioso, el Constructivismo ruso, permanecen como arte que superó a las ideas que esgrimieron. Las  manifestaciones de  esta exposición son inherentes a su función alienista, sin esto son menos que nada, basura demagógica que se desecha al finalizar la campaña política. Teorías conspiratorias, delirantes afirmaciones saturadas de lenguaje “sociológico”, maniqueísmo político, el colectivo y el museo adoctrinan al público para que vea este amateurismo exótico como “pensamiento comprometido”. 
El colectivo funciona igual que los grupos religiosos que se infiltran en zonas rurales para manipular a la población, el resultado de su expedición y diseminación ideológica es subsidiado y apoyado por la UNAM con una exposición que continúa su labor proselitista en la comunidad universitaria. El erario de los impuestos pagando exposiciones de colectivos de fanáticos politizados ¿Quiénes son los patrocinadores y los beneficiarios de esta complicidad ideológica? El poder siempre ha comprado artistas y escritores como voceros de su propaganda, son de fácil acceso, baratos y dispuestos, lo podemos ver en esta exposición, en la que el entreguismo y la enajenación es la “obra de arte” de la mediocridad tutelada por la ideología. 

LEER POESÌA

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El lenguaje distorsionado, las voces sordas, el griterío fragmentado, la zafiedad posteada, el linchamiento cobarde, las palabras laceradas, el significado perdido. Es tiempo de leer poesía. La rebeldía a la masa es la comunión con el silencio, la rebeldía a la ignominia es la reunión con la frase lenta, sentida, meditada. Es tiempo de leer poesía. Dejar de responder para escuchar, esperar a que las palabras reposen y adquieran su ritmo, su musicalidad. El tiempo no se lleva las apalabras, al contrario, las arraiga, una vez sembradas se repiten y nos representamos a nosotros mismos con frases vacías, frívolas, hirientes, de sonidos torpes, usamos un lenguaje que se degenera.
Las palabras aman y desprecian, as palabras somos nosotros, depositadas en la psique, en el alma, en la costumbre, las sacamos en el parloteo incesante de la cotidianeidad, creemos que la mente olvida y no es así, aprendemos de lo indecible y lo repetimos. Leer poesía nos regresa a la fe en el lenguaje, a su cauda de significado, a su estancia con lo que somos. Dar forma a las imágenes de esas emociones que no alcanzamos a entender, recrearlas en un poema y verlas, explicarlas, vivirlas. Dar la espalda a la inmediatez de las respuestas, de las exigencias mediáticas y esperar a que la poseía nos habite, sea el plano de lo real que ya no vemos, que desaparece entre la obscenidad de las redes, del mentiroso reactivo “nuestro tiempo”. La poesía es el tiempo, la metáfora, la realización de un espacio en palabras que podrían describir otro espacio, el escándalo de ser la misma frase que escribió el poeta hace cien o mil años, y no ser la frase que alguien vomitó hace unos segundos.
 La palabra es mucho más, es un arma describe lo más profundo y doloroso, que nos significa y da vida, la voz humana es una cadena de experiencias, y cada frase se une a los eslabones de nuestra biografía. La sociedad vociferante viola a las palabras, ensucian el compromiso que tenemos con el lenguaje, con ese imborrable espejo de nuestra existencia. Lo que hemos dicho y lo que hemos callado se queda en nuestro rostro, leer poesía, respirar en esas líneas que fueron guiadas por emociones y horas, nos habita la mirada y el silencio. La realidad que se ve desde la poesía no puede verse desde la grosera voz que lanzan las redes agazapadas en el grito cobarde. Es tiempo de leer poesía, de darle a la vida la construcción lenta y dolorosa de la fe, de le entrega, del camino que va en sentido opuesto a la frenética respuesta de la masa.

La poesía no avanza, se detiene, las frases milenarias permanecen, la modernidad, la actualidad, no es de la poesía. Hemos llorador y ansiado lo mismo desde que recibimos el inexplicable y prodigioso designio de estar aquí, cada día, cada milenio sentimos lo mismo. El poema lo sabe, lo dice y lo conserva. Dejemos que la actualidad agonice ahorcada por el hambre de zafiedad de la masa, descansemos en la poesía, mientras las metáforas siguen su eterna voz, la masa ensordecida se asesina a cada instante. Es tiempo de leer poesía. 

EXPOSICIÓN CURADA POR AVELINA LÈSPER EN MADRID, ESPAÑA

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100 periódicos intervenidos por 100 pintoras y pintores que integran la Colección Milenio Arte, dirigida por Avelina Lésper, una serie que manifiesta la capacidad de improvisación y creación sobre un material efímero. 

Museo de América, Avenida de los Reyes Católicos 6, Madrid, 28040. Inauguración  15 de febrero del 2018 a las 13 horas, con la presencia de la curadora. Entrada libre. 

LA LIBERTAD DEL EDITOR

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Felix Nussbaum Skeleton Playing the Clarinet 1944 Pencil and gouache on brown paper
La Historia ha progresado a espaldas y por encima de los individuos, nos dice Marcuse y para Sade la corrupción y la disolución moral del pueblo son muy útiles porque permitían mantener en movimiento la maquinaria perpetuamente inmoral del Estado. En la negación de Gallimard para publicar los escritos nazis de Céline está el argumento más valiente que puede esgrimir un editor: su libertad de publicar. La libertad de expresión casi siempre se refiere al que quiere opinar, no al editor responsable de publicar esas opiniones, entonces la libertad de un editor radica justamente en la capacidad de elección que define su posición personal y profesional. El argumento de que se deben publicar textos indignos porque los lectores tienen derecho a conocerlos, que ellos deben analizarlos y emitir un juicio, es relativista e irresponsable, le permite al editor “pasar a espaldas y por encima de los individuos”. Los textos que escribió Céline para demostrar su afiliación al nazismo no son “poemas” como han insistido en llamarlos, son una serie de insultos dedicados a complacer a un régimen asesino, en una de las acciones más serviles de la memoria de la literatura. La decisión de Céline de unirse a la corrupción del nazismo, fue, como dice Sade, su aportación para perpetuarlo ¿Que puede haber en esos textos que merezcan otra vez el derecho a ser publicados? La complicidad disimulada, en la publicación de estos textos está la clara intención de darles vigencia, la letra impresa es propagadora, en este caso de una ideología genocida, el lector hace su análisis desde la aprobación del editor al otorgar un espacio a esos escritos, entonces, el supuesto análisis es improbable, y lo que sí es una certeza es que esos textos vuelven a insultar, dan movimiento a los engranajes corruptos del racismo que ha renacido.
El revisionismo histórico hace énfasis en las “bondades o virtudes” de los verdugos para humanizar su posición, dicen que amaban a sus hijos o que eran “trabajadores disciplinados”, para el revisionismo ser partícipes de un genocidio fue un “error humano”, los escritos de Heidegger recientemente publicados manifiestan su comunión con el nazismo, confirman sus cobardes acciones, persiguiendo estudiantes y académicos, censurando sus escritos y expulsándolos de la universidad ¿un filósofo en completo conocimiento de la ética tiene justificación para cometer esos crímenes? No la tiene, y es el caso de Céline, es un escritor que no debería ser revisado en sus escritos que se rindieron al sistema nazi.

No hay valor en unirse a ese sistema, el valor está en volver a rechazarlo, eso lo describió muy bien Thomas Mann en Doctor Faustus, cómo la ideología determinó las relaciones filiales y estar en contra del nazismo era el crimen más grave que podía cometer un alemán. Gallimard ees un editor en ejercicio de su libertad y ha demostrado que la censura es una coartada conveniente cuando no se quiere tomar una posición ante el sello editorial y los lectores, que disimula la ética personal en un alarde de libertad que no existe, el debate suscitado se ubica en el maniqueísmo que estigmatiza esta decisión editorial como un acto represor. Estos textos hoy y siempre incitarán y justificarán el genocidio es por eso que aún existen en internet, y eso no implica que deban aceptarlos todos los editores, al contrario, en este momento de indiscriminada publicación, de abuso en el espacio de divulgación, es cuando la “libertad del editor” es indispensable. 

HYLAS Y LAS NINFAS CENSURADOS

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Hylas y las ninfas, John Williams Waterhouse

Las feministas puritanas e ignorancia pretenden ser las dueñas del cuerpo femenino a nivel físico, simbólico y social, han llegado tan lejos como las religiones y culturas absolutistas que niegan los derechos humanos de las mujeres. La “cosificación del cuerpo de la mujer” se manipula, hacen de ese cuerpo un “objeto de activismo” y le niegan posibilidades eróticas y lúdicas, para el feminismo, como para los religiones monoteístas, la mujer es un ser insensible que es obligado a entregarse o participar del placer. El mito de Hylas y las Ninfas es una lección sublime: el joven Hylas, valiente y hermoso es hijo del rey  Tiodamante asesinado por Hércules. Deslumbrado por la belleza del joven, Hércules lo adopta para convertirlo en un guerrero. Hércules, admirado por su valor y fuerza en las batallas se enamoró perdidamente de Hylas. Al iniciarse la expedición a Cólquida, Hércules se llevó al hermoso joven, que excitado por el peligro se fue a buscar la gloria. En las costas de Tidade enviaron a Hylas a buscar agua pura, llegó a un estanque transparente, y el mirase en las aguas, la Ninfas brotaron cantando y seduciendo. Sus cuerpos atrajeron a Hylas derrumbando su valor y su fuerza ante la sensualidad, se sumergió en el estanque con los brazos de las Ninfas acariciándole. No volvió a salir. Hércules aulló desesperado, se vengó asesinando a los misios culpándolos del rapto, el joven Hylas nunca regresó del eterno orgasmo de las Ninfas.
El mito inspiró una de las pinturas más bellas del movimiento Prerrafaelista, del pintor inglés  John William Waterhouse, realizada en 1896, hace 122 años, hoy ha sido retirada de la Manchester Art Gallery en un acto de censura disfrazado de performance para “pensar en la cosificación del cuerpo femenino” a cargo de una curadora y una artista feministas. En lugar de la obra maestra, en el ominoso espacio vacío, el público va a colocar postits opinando sobre el tema, para las feministas VIP provoca más reflexión un postit que una hermosa pintura. La ignorancia y la violencia de esta censura son escandalosas, en el mito el seducido es Hylas, el poder de decisión sobre el cuerpo y la sensualidad es de las mujeres, Hylas es pasivo, el dolor de la pérdida es de los hombres, Hylas y Hércules.
Lo que molesta al feminismo es el punto de vista masculino, su enemigo son las relaciones entre dos sexos. ¿Por qué una mujer no puede seducir y se dueña de su cuerpo para entregarlo? ¿Por qué toda relación se debe ver como abuso hombre-mujer? Esa obsesión con reducir relaciones sensuales y sexuales en víctima y verdugo, es maniqueísmo que deja a la mujer en una vulnerabilidad irresponsable. El arte y la belleza tienen derecho al erotismo y la poesía, lo que vemos es la violencia iconoclasta que castiga y prohíbe a las imágenes. La consecuencia es sustituir a la pintura por algo sin belleza, sin aportación poética, con la flagrante mediocridad de las autoras, una vez más estamos ante la persecución del verdadero arte por los dogmas de una ideología.  

CONFERENCIAS AVELINA LÉSPER

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Evento: "Semana de Humanidades del Tec de Monterrey" 
Presentación del libro de Arturo Rivera
Fecha: miércoles 28 de febrero
Hora: 4:00 pm
Lugar: Tec. De Monterrey, Campus Ciudad de México, Edificio "CIE" Salón/Auditorio 1401 (calle del Puente 222 Col. Ejidos de Huipulco Tlalpan) ENTRADA LIBRE

Evento:7º ciclo de “Crítica y Pensamiento en México” / Mesa 4: ¿Postmodernidad? Reflexiones para definir y nombrar el arte de nuestro tiempo

Fecha: sábado 3 de marzo
Hora: 1:00 pm
Lugar: Museo de la Ciudad de México  
ENTRADA LIBRE 

Evento: XXXIX Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería 
Presentación del libro de Arturo Rivera
Fecha: Domingo 4 de marzo
Hora: 7:00 pm
Lugar: Palacio de Minería, Auditorio Bernardo Quintana


Evento: Feria Internacional de la Lectura Yucatán(FILEY)
Fecha: sábado 17 de marzo
Hora: 5:00 pm
Lugar: sala Mayamax del Gran Museo del mundo Maya, Mérida Yucatán
CONFERENCIA; El Estado poético del arte. 

FANTASÍA Y ÉXTASIS

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El entierro del Conde de Orgaz, El Greco. 
 La existencia carece de testigos, la vivimos desde nuestra experiencia que es parcial y distorsionada por nuestras emociones y frustraciones, la obra del Greco se muestra como una crónica de lo no escrito, de lo no visto, de lo que él eligió representar, lejos de los alcances del resto. La Ciudad de Toledo es un museo de sitio que se confunde entre un parque temático para turismo masivo, y el refugio del excepcional acervo de la obra de Greco.  La muralla obliga a un claustro que aísla, desde lo alto de la colina es un observatorio de ese exterior del que se separa el alma y dentro, entre sus paredes, en los muros donde cuelga la obra del Greco, ahí está lo más oscuro, lo que la luz de la razón ilumina. 
 El Entierro del Conde de Orgaz en la representación de la leyenda de un milagro manifiesta las miradas de la existencia. Las directrices teológicas que el pintor haya seguido en la representación se trasforman en un significado filosófico. Iniciando está el cuerpo en la efímera condición mortal y carnal, ese cadáver que va a ser enterrado, capta la atención de los hombres, miran ese pedazo del pasado en una pesadumbre o compasión ignorante, ya no hay nada en él, entonces no hay qué lamentar. Mientras miran absortos el portento sucede sobre de ellos, así como en la vida, las necedades nos distraen de lo trascendenta: con los movimientos del color y los trazos que hicieron de la obra del Greco una excepción en el arte, el espíritu se levanta con el vuelo de un ángel, sin peso, la luz es transportada por un ser etéreo, en una osadía estética, el Greco le da “forma” al alma como un objeto transparente alargado, y entendemos que los cuerpos en toda su obra están supeditados a esa masa volátil, no a un esqueleto. De ese prodigio, sólo se percata un religioso, el resto sigue distraído en la mortalidad del instante. En la disposición de ver está el milagro. El cielo, ese estadío al que solo se accede sin el lastre del cuerpo, es una reunión de seres metafísicos trasparentes, lo preside la Virgen acompañada del Cristo luminoso, y aunque poseen características físicas, no poseen carnalidad, ni densidad, son ideas, son palabras, dogmas, rezos, los atrae la fe en mirar. 

La luz del Greco en el color y los reflejos es la luz del espíritu. La pintura sacra realizó una de las búsquedas más complejas del arte: pintar la invisibilidad del espíritu, darle una forma comprensible que alimente la necesidad de creer en algo no humano que nos acerca a lo divino y nos consuela de ser mortales. La composición con líneas que se elevan, se diluyen podría separarse de lo terreno, está “despojada” de humanidad, el contraste con el cadáver es que mientras lo que resta de la carne es corrupto, lo que vive sin ella es puro, es ligero, y se deposita en las alturas ingrávidas. El testimonio lo llevan los que están en posesión de la fe y el niño, que en un primer plano y casi al margen de la acción, superpuesto en la composición y dando el efecto de un observador posterior, señala la escena y nos mira, es el presente, el momento en que el espectador contempla y el testigo señala.  Las fases del tiempo se muestran, el pasado en el entierro del cadáver, y la eternidad en la representación del mito y sus dogmas. Somos eso, el cuerpo que cada día muere, y se entierra en sus males y necedades, enajenados en lo que ya no poseemos, dejando pasar eso que trascenderá nuestro dolor. La meditación, la oración son el silencio de la verbalidad, lo que se repite es para el interior, no para mantener un diálogo infructuoso con el exterior. La pintura sacra es meditación en imágenes, la contemplación cita al espíritu en otra visión, que es personal, profunda, que no responde a la gratificación de los sentidos.

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