El artista VIP dice, con gran congruencia, que el museo “no tendrá colección” que serán salas de exhibición, decisión acertada, la basura que dejan los paseantes diariamente en el parque, se incorporará como acervo. La otra opción es que FEMSA done un Oxxo y lo surta de obras todos los días.
Las obras de los artistas de su generación, como Cruzvillegas y Gabriel Kuri, luminarias de la mendacidad, se sumarán gracias a la participación colectiva de turistas-artistas emergentes que visitan Chapultepec y que donan sus obras en los contenedores de basura o contenedores de arte. La 4T ha “transformado” el arte en un gigantesco y costoso centro de reciclaje.
Los museos de artistas los donaron los propios artistas, el Museo Tamayo fue creado con la valiosa colección del maestro Rufino; el museo de Frida Kahlo es en su casa, con sus piezas y objetos, y el Museorozco lo pagamos con nuestros impuestos para albergar nada, porque ni él, ni los “artistas de su generación” tienen obra, por eso no hay acervo, porque no hay nada que meter ahí.
Enlistemos las futuras donaciones de estos artistas para el Pabellón: huaraches, macetas, tickets del supermercado, facturas y papelitos pintados de colores, esferas de navidad, palomitas de maíz, pasteles, fotocopias de billetes, y por supuesto cajas de cartón de distintos tamaños.
La construcción de este parque y el Museorozco implicó la pauperización del resto de los museos del país, se les retiró el presupuesto y los dejaron sin posibilidades de realizar exposiciones, tuvieron que despedir a más de la mitad del personal.
El despilfarro disfrazado de austeridad erige un palacio a la pobreza de creatividad, nos deberían explicar qué hay en estos artistas VIP que merezca un gesto tan ostentoso y prepotente, que no ha merecido el rescate del Polifórum Cultural Siqueiros. Si ya fue una arbitrariedad asignar este proyecto a un artista que jamás ha realizado algo en gran formato, o que ha creado una sola obra, que su masterpiece es una caja de zapatos, construirle un museo es un alarde de propaganda a la falta de talento, es la validación de un tipo de obras que representan la decadencia del consumo capitalista, objetos sin valor estético, sin inteligencia, vulgares readymade, expuestos en un espacio que por lo manos va a costar 100 millones de pesos.
La 4T le hace justicia a la mediocridad, le levanta un monumento, y recicla sus “talentos”, es una epifanía, la “trasformación” de la nimiedad en consagración. En esas salas quedarán exhibidas, la vanidad, la demagogia y la banalidad, cada una tendrá su pedestal y su curador.