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Channel: Avelina Lésper
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EL PAISAJE, SABER VER LA DISTANCIA.

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Gerardo Murillo, Dr Atl, La Nube. 
 La exposición Transformaciones del Paisaje, que se muestra en el Museo Nacional de Arte MUNAL, sobre la obra de José María Velasco y la trasformación del paisaje mexicano es parte de la equivocada y deformada interpretación que se ha hecho del concepto del paisaje. Las pinturas de Velasco y de otros artistas como Juan O’Gorman y Dr. Atl están acompañadas por fotografías de la compañía Aerofoto, imágenes previas a las de satélite. Supuestamente, la intención de la curaduría, que evidentemente, carece de pensamiento abstracto, es que “reflexionemos” en los cambios del lugar desde la pintura contra la fotografía.  Al final de la exposición hay un video con la ya proverbial falta de calidad del “videoarte”: tomas de banqueta y pies caminando, movidas, mal editadas, cambios de cámara absurdos, lo de rigor.

Luis Nishizawa, El Pedregal. 
 La pintura de paisaje no es testimonial, no pretende ser información; es una interpretación del entorno que hace el artista a partir de la apreciación de lo que ve, cómo le impacta estética y emocionalmente. De esa interpretación surge lo que quiere comunicar, mostrar o trasmitir. No existe la intención de verosimilitud, en el sentido de una exactitud literal del lugar. Aun los paisajes documentales del siglo XVII tienen grandes dosis de subjetividad. Que expongan fotos de tomas aéreas, que no son y nunca serán paisajes, para ver lo que ha cambiado no aporta nada a la pintura. Las diferencias no son relevantes puesto que la similitud desde el inicio es relativa. Es absurdo que si Juan O’Gorman pinta unas montañas azules, nos pongan a lado una fotografía que, además, no tiene que ver con el ángulo del pintor. ¿Cómo tratan de poner en dialogo a la pintura si desconocen su lenguaje? Esta obsesión por el antes y después demuestra la falta de comprensión del paisaje y sucede porque no ven la obra, no ven la pintura. La reducen a la obviedad verbal paisaje /terreno y la insertan en curadurías que les permitan relacionarla con objetos literales y piezas sin creación artística. Insisto, no hay pensamiento abstracto.

José María Velasco, Valle de México desde el Cerro de Santa Isabel. 
 Con un discurso utilitarista creen que el paisaje habla de un sitio y no es así: el paisaje es la interpretación de ese lugar. El paisaje describe una atmósfera, la luz, las emociones y las sensaciones visuales que provoca. Los paisajes de Turner o John Constable son invención y memoria, el cielo de Tiepolo es rosa y la “Noche Estrellada” de Van Gogh no existe. El pintor crea una parte de la obra de forma presencial y otra la reinventa. Delacroix decía “En presencia de la naturaleza, es la imaginación la que crea la imagen; por fortuna el ojo está incapacitado para ver los detalles más ínfimos, y reporta a la mente sólo las cosas que debe percibir”. No es importante ver lo que vio el artista, trasladarnos a un paraje y pretender que ahí queda algo de lo que pudo contemplar, “del sonido del agua” como decía Constable. Eso sólo lo vamos a conseguir viendo a la obra y esta nunca va a ser como la realidad, aunque el pintor haya sido, como Velasco, un observador científico de la naturaleza. El pintor se alimenta de la belleza del entorno, lo replantea estéticamente para conseguir armonía en la composición: cambia el color del cielo, el reflejo del sol sobre las nubes, si necesita traer al primer plano arboles, piedras, o mover una montaña, lo hace. Esa es su libertad estética y esa es en gran parte la intención del paisaje.

José María Velasco, Valle de México. 
 Los espesos jardines de Watteau, los paisajes abstractos de Whistler, no son una réplica veraz, no están en ningún sitio que pueda ser fotografiado y es irrelevante ver cómo son hoy. Lo que Velasco logró con sus pinturas del Valle de México, más que documentarlo, fue mitificarlo, crear una tierra prometida que se extiende para ser habitada. Estudiaba la presencia milenaria de los volcanes para plasmar su silencio, no para hacer un plano del terreno. Los pintores que hacen paisajes a partir de fotografías replantean la escena, proponen otra realidad. Para constatar la “transformación del paisaje” partan desde la pintura misma, de la escuela actual de paisaje urbano, con pintores extraordinarios y audaces. Lo que la curaduría hizo fue utilizar a la pintura como decoración de fondo y como validación de sus elementales reflexiones y sus argumentos trillados y simples.

José María Velasco, Valle de México desde la Villa de Guadalupe.  

Publicado en el Suplemento Cultural Laberinto de Milenio Diario, el sábado 27 de octubre del 2012.
Transformaciones del Paisaje. Museo Nacional de Arte MUNAL, hasta enero 5 del 2013. 

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